12.11.11

Thessaloniki Internacional Film Festival: Peep show de J.X. Williams

Noel Lawrence parece ser el recuerdo de alguno de los amigos de Ed Wood, o en el mejor de los casos, alguna imitación del algún personaje salido del imaginario de John Waters. Aunque no sería extraño imaginarlo como la carnalidad de algún ser creado por John Kennedy Toole, o incluso alguien salido de la pluma del mismo Kurt Vonnegut. Noel Lawrence, un gordito de estilo camp y retro, es el creador del “J. X. Williams Archive”, colección que busca reivindicar en vida la obra del que se supone unos de los directores más desconocidos del exploitation estadounidense. Incluso hasta antes del festival no cabe duda que me llamaba la atención la existencia de este cineasta, que resulta de por sí emblemático de lo serie B o incluso de lo trash durante los sesenta.  Pero luego de conocer al impulsor Noel Lawrence, me queda la certeza que J.X. Williams es su creación, su juguete arti para incautos a la caza de lo culto y novedoso. Pero eso es lo de menos, en todo caso, la posibilidad de que se sugiera la existencia de un cineasta como J. X. Williams, quien con un mamarracho conceptual llamado Peep show, donde se tijeretea y se usa escenas de filmes de Preminger o Cassavetes, por ejemplo,  crea una de las primeras cintas sobre mafias de modo personal, delirio que se agradece.

Peep Show fue proyectada en 16 mm como parte de la muestra J. X. Williams: Cabinet of Curiosities, con la presencia fantasmagórica de Lawrence, quien dijo, bajo la iluminación de una lamparita en plena oscuridad que hace de preludio a la proyección, que este cineasta americano fue un diletante director del porno (The 400 blow-jobs es su obra cumbre), antes de meterse de lleno a hacer otro tipo de cine, con afanes políticos y artísticos.

Peep Show es un filme de 40 minutos que recrea o propone la existencia de una conspiración sobre el asesinato de JFK, que a estas alturas de la historia no resulta un disparate. Los créditos iniciales colocan la actuación de Frank Sintara como estelar, pero su participación no son más que unas apariciones pirateadas de El hombre del brazo de oro, que ayuda a formar esta loca reconstrucción sobre mafias, drogas y disparos.

Filmada con escenas filmadas de modo casi subrepticio dentro de un taxi, que recuerdan los monólogos de las lecturas y filmes noir, se va desarrollando la trama que va desenredando los planes de la CIA por convertir a Sinatra en un drogadicto, o por poner en evidencia las relaciones entre JFK y la mafia de Chicago.

Lawrence sugirió que J.X. Wiliams dirigió en secreto a Dana Plato (la actriz de la serie Blanco y Negro) en algunas de sus cintas porno, detalle chirriantes que aporta a construir el imaginario de un director fantasmal, supuestamente vivo en Copenague. Vale la pena esta mofa inteligente (si es que lo fuera).

http://www.unacriticapordia.com/2011/11/jx-williams-y-su-obra-en-el-52-festival.html

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