16.7.11

El secreto de los Incas de Jerry Hopper
















Machu Picchu es el escenario protagónico de esta cinta de aventuras estelarizada por un Charlton Heston robusto y de temple a lo Indiana Jones, un timador de California que vive en Cusco estafando turistas y a la búsqueda de un tesoro incaico que vale un millón de dólares. El secreto de los Incas de Jerry Hopper, rodada en espacios naturales de Cusco en el año 1954, es una típica cinta hollywoodense de ambientes e historias exóticas, con mucho color local y cartón piedra, enfocada en la atracción  hacia una cultura ancestral y misteriosa con no pocas licencias históricas. Pero eso es lo de menos.

Mientras los peruanos Manuel Chambi y compañía intentaban mostrar al mundo una imagen de Cusco centrada en sus festividades y ritos de un modo documental, en esta cinta estadounidense se muestra a un Perú de postal, pero también que cuenta con un foco atractivo para turistas desde lo desconocido y lo ritual, de la mano de Yma Sumac, quien encarna a Kori Tica, una ayudante de arqueólogos que se vuelve nexo entre los serranos reales, vestidos a la usanza festiva, y el grupo de excavadores estadounidenses a la búsqueda de los tesoros de la tumba del gran Inca Manco.

Para empezar, Steven Spielberg jamás negó la inspiración del personaje de Charlton Heston para diseñar la personalidad y modo de vestir de su Indiana Jones, lo que convierte a El secreto de los Incas en una de las películas de culto de los aficionados de la salga spielbergiana. Otro punto a rescatar de esta cinta de tesoros escondidos y héroes antipáticos es el retrato de Cusco de mediados de los años cincuenta, ciudad que aparece mexicanizada y deshumanizada, para centrarse solo como telón de fondo de las situaciones de los personajes extranjeros en tránsito: la plaza, la entrada al hotel, el aeropuerto, las vías del tren. En cambio, Machu Picchu aparece como espacio de ritos y bailes realizados por los mismos pobladores, pero que se comporta como masa, a la que se traduce y apenas esboza.


El secreto de los Incas es una cinta de aventuras estándar de lo que se hacía en Hollywood de aquellos años, que incluye escenas musicales y bastante humor blanco. Yma Sumac tiene la oportunidad de afianzar su imaginario pop-ancestral-lírico, cantando odas de soprano en set de cartón piedra como si fuera la voz auténtica de los incas (lo que me recuerda a la actriz de Kukuli, en su mixtura y poca "verosimulitud" para representar lo serrano y altoandino). Sin embargo, esta cinta de Jerry Hopper afianzó la idea de un Perú de ritos y masas ancestrales, coloridas y silenciosas, donde los turistas pueden venir a visitar sin temor, donde sólo un timador a lo Indiana Jones como Charlton Heston les podría tomar el pelo.



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