Hablar del cine de terror brasileño como un fenómeno compacto es exagerar. Sin embargo, en esta última década ha surgido un interés del sector independiente por hacer un cine diferente, poco explorado. El investigador Antonio Leão da Silva Neto señala en su libro Dicionário de Filmes Brasileiros [1], apenas 20 cintas de horror de más de 3.415 largometrajes que configuran la historia de cine de ese país. Según la tesis de Laura Cánepa[2] si se tiene en cuenta el cine erótico, el porno, las “chanchadas” y la serie B, serían más de 150 los filmes que caben dentro del horror y el fantástico.
Uno de esos casos es el de Amácio Mazzaropi, actor cómico famoso en Brasil en los 60 y 70, sobre todo por su caracterización de Jeca, un personaje emblemático de la comicidad , pero que dirigió O Jeca Contra o Capeta (1976) o O Jeca Macumbeiro (1975), por ejemplo, con argumentos de exorcismo y magia negra en El Sertón, que provocan una hilaridad realmente placenteras. Pero a estos filmes se les ve como comedias y no como cintas que pueden insertarse dentro de lo fantástico dentro de la historiografía del cine brasileño.
En la actualidad, el cine brasileño fuera de la industria ha apostado curiosamente por el cine de zombis. En el 2008 se estrenaron tres cintas de esta temática. Porto dos Mortos (2008) es una de ellas. Dirigida por Davi de Oliveira Pinheiro (29 años), quien a la vez hace el guión y produce, Porto dos Mortos fue promocionada como la primera de su estilo en Brasil. Según los críticos, la cinta tiene de western tipo El topo, a lo Jodorowsky, pero también dosis de Sergio Leone, y narra la invasión de Puerto Alegre por una horda de muertos vivientes con el Sertao de fondo.
Mangue negro o Mud Zombie (2008) es otra película de bajo presupuesto, dirigida por el debutante Rodrigo Aragão, grabada en la selva brasileña, llena de manglares y pantanos de donde emergen zombis hambrientos y feroces a pesar de su poca flexibilidad. Por otro lado, Tiago Belotti y Rodrigo Luiz Martins dirigieron al alimón A Capital dos Mortos (2007), rodado en Brasilia, y que puedo verse sólo en festivales de cine fantástico.
En ese mismo año se estrenó Fim de semana alucinante, un proyecto independiente, que ya no es de zombis sino un slasher ambientado en un pueblo cercano de Río de Janeiro. En suma, salvo la excepción, el furor por lo zombi en aquel año quizás se deba al 40 aniversario de la obra más influyente de este subgénero: La noche de los muertos vivientes de George A. Romero.
[1] LEÃO DA SILVA NETO, Antonio. Dicionário de Filmes Brasileiros. Editorial Longa Metragem, Sao Paulo, 2002.
[2] CANEPA, Laura Loguercio. Medo de quê? - Uma História do Horror nos Filmes Brasileiros. Campinas: Instituto de Artes da Universidade de Estadual de Campinas, 2008.
Uno de esos casos es el de Amácio Mazzaropi, actor cómico famoso en Brasil en los 60 y 70, sobre todo por su caracterización de Jeca, un personaje emblemático de la comicidad , pero que dirigió O Jeca Contra o Capeta (1976) o O Jeca Macumbeiro (1975), por ejemplo, con argumentos de exorcismo y magia negra en El Sertón, que provocan una hilaridad realmente placenteras. Pero a estos filmes se les ve como comedias y no como cintas que pueden insertarse dentro de lo fantástico dentro de la historiografía del cine brasileño.
En la actualidad, el cine brasileño fuera de la industria ha apostado curiosamente por el cine de zombis. En el 2008 se estrenaron tres cintas de esta temática. Porto dos Mortos (2008) es una de ellas. Dirigida por Davi de Oliveira Pinheiro (29 años), quien a la vez hace el guión y produce, Porto dos Mortos fue promocionada como la primera de su estilo en Brasil. Según los críticos, la cinta tiene de western tipo El topo, a lo Jodorowsky, pero también dosis de Sergio Leone, y narra la invasión de Puerto Alegre por una horda de muertos vivientes con el Sertao de fondo.
Mangue negro o Mud Zombie (2008) es otra película de bajo presupuesto, dirigida por el debutante Rodrigo Aragão, grabada en la selva brasileña, llena de manglares y pantanos de donde emergen zombis hambrientos y feroces a pesar de su poca flexibilidad. Por otro lado, Tiago Belotti y Rodrigo Luiz Martins dirigieron al alimón A Capital dos Mortos (2007), rodado en Brasilia, y que puedo verse sólo en festivales de cine fantástico.
En ese mismo año se estrenó Fim de semana alucinante, un proyecto independiente, que ya no es de zombis sino un slasher ambientado en un pueblo cercano de Río de Janeiro. En suma, salvo la excepción, el furor por lo zombi en aquel año quizás se deba al 40 aniversario de la obra más influyente de este subgénero: La noche de los muertos vivientes de George A. Romero.
[1] LEÃO DA SILVA NETO, Antonio. Dicionário de Filmes Brasileiros. Editorial Longa Metragem, Sao Paulo, 2002.
[2] CANEPA, Laura Loguercio. Medo de quê? - Uma História do Horror nos Filmes Brasileiros. Campinas: Instituto de Artes da Universidade de Estadual de Campinas, 2008.
Mud zombie
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