3.1.12

A little closer de Matthew Petock

Un cinta discreta sobre tres integrantes de una misma familia en una Virginia rural, a través de la mirada de lo sexual en historias entrecruzadas: una madre soltera en busca de amante, un adolescente atento a indicios hacia su primera relación sexual, y un niño de 11 años en pleno despertar onanista.

Matthew Petock, en su debut en el cine, proyecta sus intenciones conforme va desarrollándose la trama, ya que desde el comienzo asistimos a la cotidianeidad de esta familia y su relación con la comunidad: en la escuela, el trabajo y los vecinos. Poco a poco va a ir dilucidando a qué apunta cada uno, llegando a resoluciones casi sutiles, sin mayor dramatismo. Pareciera que esta apertura a lo sexual desde distintos ángulos, sexos y edades fueran dar por igual a actos fallidos que trastocan la soledad de los personajes de alguna manera.

Petock relaciona a sus actores con el espacio, definido no solo por la rutina, sino de acuerdo a sus intenciones: una fiesta de provincia, las vías abandonadas de tren, lagunas alejadas,  terrenos abandonados, el aula de clase. Mientras el hogar se convierte en el cobijo.

Por momentos, en A little closer (EEUU, 2011), pareciera que no sucede nada, solo ese descubrir de cada protagonista, a la espera de nuevas oportunidades, simula ser un relato indie sin mayor ambición, pero precisamente, en ese no decir o mostrar mucho, es que reside su mayor atractivo, en esos personajes que no tienen mucho qué decir, qué pensar, qué hacer.

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