6.12.11

Películas con niños odiosos

Parece que hay más casos de películas con niños con actuaciones odiosas, y que son afianzadas por estereotipos y fisonomías manidas, que las cintas con aciertos (Sexto sentido o Inteligencia artificial son síntomas de buenas elecciones en todo caso, pero están protagonizadas por Haley Joel Osment, un niño que puede caer antipático a muchos).

Decenas de filmes pueblan este imaginario de lo insoportable solo por el hecho de haberse convertido en vehículo de exhibición de las dotes "artísticas" de sus protagonistas (canto, baile, o alguna otra cualidad sino que salga a decirlo Shirley Temple) o por tener algo que no encaja entre el argumento o la puesta en escena con la figura o el perfil del personaje.  Es como recordar a la poco verosímil Lolita de Kubrick o pensar en la aporcelanada Brooke Shields de Niña bonita de Louis Malle. Y mejor ni menciono a las películas hechas para honrar la fama de niños cantantes, como aquellas mexicanas de Luis Miguel, Pedrito Fernández o las españolas cintas de Joselito y Los Parchis. Algo anduvo mal por allí. Lástima que Billy Mumy hiciera su carrera en series, porque era un fijo en esta lista.


La mala semilla. Patty McCormack es Rhoda Penmark en esta cinta de Mervyn LeRoy, también de 1956, una niña de apariencia poco amable, algo hostil en la pantalla, cuya fisonomía traiciona lo que la historia quiere ofrecer: una candorosa niña rubia que oculta instintos malsanos para su corta edad. Rhoda no oculta nada, es "mala" desde el inicio hasta el final, y esa ausencia de sutileza, ahondada por una actuación "agrandada", hacen de este filme una experiencia, pese a todo, que no se puede olvidar.



El niño y el toro. Esta cinta de Irving Rapper de 1956 fue casi una tortura cuando tuve siete años, en una función del cine Ópera, solo por el hecho que me parecía infame imaginar una infancia teniendo a un toro como una suerte de mascota. Un niño cría a un toro que encontró en el bosque, animal que posteriormente es enviado a una corrida. El niño lo salva, pidiendo ayuda al presidente, antes de que sea aniquilado por un torero en plena faena. Un buen ejemplo de un tema sensible, arruinado por una actuación forzada, poco natural, de un niño que no sabe ser niño.




Este niño representa al pequeño sabelotodo, ultra sensible y a la vez mecánico, que, en este caso, parece el hijo adoptivo de Naomi Watts en El Aro (EEUU, 2002). David Dorfman solo volvió a la actuación a través de series, retorno lejos de la pantalla grande que comprendemos gratamente.



¿No sé quién es más antipático en I'm Sam? Sin embargo, Dakota Fanning se lleva las palmas, porque plasma con creces ese hábito de Hollywood de hacer actuaciones de niños poco naturales, de coeficiente intelectual elevado, de diálogos adultos, donde los pequeños comunes y corrientes estan vedados debido a la ausencia de fotogenia. Como para invitarla al internado de Cero en conducta.



Sí, sí, será una película de John Huston, actuarán Albert Finney, Carol Burnett, Bernadette Peters o Tim Curry, pero la actuación de la pequeña Aileen Quinn, en este su debut cinematográfico, refrendaba una vez más el rol de la niña viva, criolla pero buena gente. Un caso similar me pasó, pero a la inversa, con La princesita de Alfonso Cuarón, sobre una niña rica con imaginación encerrada en un internado debido a la quiebra económica de su padre, cuyo relato rozaba el delirio sin luces al estilo de aquel episodio nefasto de Coppola en Historias de Nueva York.
 

3 comentarios:

  1. Decían los amigos cercanos de Huston cuando vieron el estreno de "Annie", que este ya estaba chocheando...

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  2. siempre me dijeron que la mala semilla fue parodiada ppor la serie vicky la pequeña maravilla en el capitulo que salia su gemela vanessa
    la verdad nunca vi la mala semilla

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