3.7.11

Nowhere boy de Sam Taylor Wood














Esta película pasó casi de volada en la cartelera local, pese a tener en la dirección a una artista reconocida como Sam Taylor Wood en la dirección, fotógrafa y artista visual británica, de quien ya antes habíamos visto cortometrajes, incluyendo su aporte a Destricted, una serie de trabajos de corte porno y erótico. Pero también es curioso que esta cinta no haya despertado mayor interés pese a ser la historia de los primeros años en la música de alguien como John Lennon.

Nowhere boy o Mi nombre es John Lennon es un relato cuidado en su puesta en escena, donde se resalta el clima y los ambientes de un suburbio inglés en medio de los años cincuenta, que rescata los años de adolescencia de este joven músico como si se tratara de recuperar algo del espíritu de los angry young men, pero con una fotografía espléndida a lo Douglas Sirk, con detalles en vestidos, decorados e interiores. La rabia no afecta el revelado fotográfico.

Lennon es un chiquillo criado por su tía Mimi (Kristin Scott Thomas), una mujer drástica, amante de la ópera y de visión conservadora, pero que tiene curiodidad por acercarse a su madre, a quien descubre viviendo a pocas cuadras de su casa. La madre, Julia (Anne-Marie Duff), se convierte en la inspiración que lo hace conocer a Elvis Prestley y su naciente afición musical. Entre estas dos mujeres se va configurando el espíritu rebelde y tosco del futuro Beatle.

Sam Taylor Wood muestra a un John Lennon (Aaron Johnson) algo mítico, una suerte de líder de pandilla vivaz y presto a los modos de la libertad, quien en su búsqueda de un sonido rock, halla a dos amigos como Paul McCartney y George Harrison en medio de su soberbia y aires de matón. Hay algo en la grandilocuencia del personaje que encarna Johnson que roza con lo inverosímil, sin embargo, el afán de la cineasta por hacer una paseo a la vida de este ex Beatle en los años de su inocencia salvaje, lejos de un estilo a lo Free cinema (lo digo por el contexto que describe el filme, que es lo que más me evoca), no puede dejar de tener un tufillo condescendiente con los rumores sobre la vida del Lennon real y el showbiz. Nowhere boy es una película hecha con buen ojo, que gana más siendo retrato de un adolescente descarriado y con la mente clara, que sobre el fundador del grupo más importante de la historia de la música.

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