19.5.11

Thirst de Park Chan- wook













Esta película inclasificable del surcoreano Park Chan-wook es una experiencia rara dentro de la filmografía de este cineasta, no sólo porque me parece poco demostrativa del talento que había percibido en cintas como Old boy o Sympathy for Mr. Vengeance, sino porque resulta un exceso snob, soberbio y hasta desfachatado de más de dos horas de metraje. Park Chan-wook es brillante componiendo sus imágenes, así se trate de temática absurda, como sucede en su anterior filme I'm a Cyborg, but that's OK, ya que dota de tomas que captan la exhuberancia semántica del espacio que filma y maneja planos secuencias con algo de destreza. Sin embargo, Thirst (Corea del Sur, 2009) es una cinta de estricto carácter bizarro, sobre un cura católico que se vuelve vampiro en un proceso cómico de envilecimiento y que en el fondo deviene en un acto fallido con buena fotografía.

Thirst no es una cinta con los elementos típicos del subgénero de vampiros, aunque el protagonista tenga sed de sangre, adquiera la capacidad de volar, necesite esconderse de la luz solar y mate muchachas. Mas bien se centra en la figura del héroe sanador, del cura a quien se le atribuyen milagros y que muere a causa de un virus adquirido en África, para luego sobrevivir pero ya como una suerte de vampiro de la Corea actual. Chan-wook describe a su personaje con un halo desacralizador o pagano, puesto que el sacerdote virará hacia lo carnal tras perder su virginidad con una femme fatale. El vampiro es un ingenuo al que el mundo ha de transformar (sobre todo el mundo mostrado en la figura de la mujer joven, insatisfecha sexual y vehemente).

Park Chan -wook aprovecha su filme para hacer un retrato sarcástico de núcleos familiares enfermos, a través de una galería de personajes extraños que irán motivando al vampiro-cura hacia la oscuridad. Song Kang-ho, el estupendo actor de Memories of murder y The host, encarna a este cura irreverente, que cambia su mirada religiosa por la figura de una mujer victimizada a quien seduce y enamora.

El problema con esta cinta, pese a las intenciones en la  puesta en escena que compone un mundo viciado y surreal (que por momentos funciona, sobre todo cuando se desarrolla en el espacio familiar de la muchacha), es la necesidad de abordar una historia tragicómida o de pastiche desde el ángulo más de "autor", haciéndola por momentos insufrible. Espero ver pronto Stoker, la cinta que prepara en EEUU con Colin Firth, y que al parecer también será sobre vampiros.

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