18.5.11

De amor y otras adicciones de Edward Zwick
















Pareciera que la mayor atracción de esta tragicomedia, ambientada en los tiempos del lanzamiento del Viagra por la Pfizer, es la serie de desnudos recatados desde diversos ángulos y tomas de los senos al aire de Anne Hathaway, la actriz preferida de Hollywood en los últimos tiempos, por ser multifacética y por ser rezago de la actitud de las viejas estrellas y su glamour. Hathaway interpreta a la contraparte de Jake Gyllenhaal, un vendedor que se hace desde abajo y que se convierte en el líder del mercado de las farmacéuticas. El problema de este amor, que comienza como cualquier revoloteo para liberar estrés, es que el mujeriego Gyllenhaal se termina enamorando de la esquiva Hathaway, quien padece del mal de Parkinson, y que por nada del mundo quiere una relación estable por compasión ni mucho menos.

Edward Zwick huye de los tópicos de la comedia romántica, tratando de que su filme sea una suerte de relato centrado en la personalidad de Gyllenhaal, vivaz, tenaz, sin escrúpulos con tal de ascender, pero que queda atrapado por la huidiza mujer con Parkinson de noble corazón y que apuesta por la labor social. Zwick dispersa las partes dramáticas de su cinta con muy buenos toques de comedia, incluso con momentos que rozan el disparate.

Buenos secundarios de Oliver Platt y Hank Azaria como el médico despreocupado. De amor y otras adicciones (EEUU, 2010) es una cinta que escapa a la tónica de la comedia de amor y desencuentro, sin embargo no puede evitar caer en el desparpajo del corazón subyugado por "el amor real" que en la vida corriente no se ve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario