21.5.11

Carlos Enrique Taboada




















En las atmósferas de horror y extrañeza del cine del desaparecido Carlos Enrique Taboada, lo desconocido atenta contra el espacio íntimo, familiar y, sobre todo, femenino. El horror surge cerrado y confrontado, solo entre “ellas”. Las mujeres en el cine del mexicano Taboada (refiriéndome solamente a sus cuatro películas de horror de entornos góticos) abren las puertas a lo sinuoso y siniestro, pero no a la manera de Mario Bava, Darío Argento o Lucio Fulci, donde la locura irrefrenable parece estar presente de modo surreal en las fauces de sus protagonistas sino a partir de encuentros inesperados en plena normalidad, donde el más allá es encarnado por una entelequia vengativa, virgen o anciana, o por la imaginación infantil que desequilibra el orden. El mal viene en vestidos de blondas o en pijamas de adolescentes.

En sus películas, Taboada subvierte lo real, lo casero, la vida en familia, la convivencia entre amigas o la etapa escolar, para en un dos por tres hacer visible lo oculto: el ente de una estudiante suicida que quiere vengarse de la directora de su colegio, una tía muerta que quiere dar un escarmiento a las nuevas inquilinas de la mansión que han heredado, una pequeña que tiene un amigo imaginario nada santo o la niña que se inventa su “otro” como bruja. Y es así como Taboada plantea con maestría lugares comunes del género, como señala Rosemary Jackson, al emplear una “función transgresiva al poner en descubierto cosas que deberían permanecer a oscuras”*, o al proponer la intromisión de lo que está fuera de la realidad: la irrupción del fantasma.

Carlos Enrique Taboada (1929-1996) permanece en la historia del cine mexicano como uno de los autores que logró consolidar un mundo coherente del horror a través de sutilezas en la puesta en escena, escasa sangre, a diferencia de otras filmografías de moda entre los años 60 y 70, y por centrar sus historias en protagonistas femeninas, ya sea como elementos de una maquinaria de la sospecha o como prodigios de una psicología malsana.

Carlos Enrique Taboada dirigió 17 películas a lo largo de toda su carrera, comenzando a trabajar en cine desde el año 1950, haciendo guiones y dirigiendo filmes de bajo presupuesto que no tuvieron éxito en la taquilla y que fueron vapuleados por la crítica. Pero no es hasta la realización de sus cuatro cintas de horror gótico (El libro de piedra, Hasta el viento tiene miedo, Veneno para las hadas, y Más negro que la noche), con las que alcanzó notoriedad como  director de culto y como un exponente del fantástico en América Latina.

Las protagonistas de Taboada entran en contacto avasallador con lo ominoso, en términos de Freud: “Aquella suerte de espanto que afecta las cosas conocidas y familiares desde tiempo atrás”.


*Jackson, Rosemary. Fantasy: literatura y subversión. Buenos Aires: Catálogos, 1986, p. 70.
** Freud Sigmund. Obras completas. Vol. XVII, “Lo ominoso”. Buenos Aires: Amorrortu Editores, 1976.
Publicado originalmente en la revista Ventana Indiscreta.

2 comentarios:

  1. Hola señorita Mónica.Ojalá pudiera ver A LA SOMBRA DEL SOL,que se filmó en Perú. con Ofelia Montesco, también de Carlos Enrique Taboada

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  2. Rocio, sería genial, pero no he encontrado esa película. Espero verla pronto.
    Saludos y gracias por el dato.

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