18.3.11

Hunger de Steve McQueen





















Es inevitable asociar el nombre de este cineasta y artista británico con el otrora actor de Hollywood, ya desaparecido, cuya fisonomía recia y malandra se asocia comúnmente a fugas, cárceles y motines. Sin embargo, pese a la homonimia, lo único que une a estos dos personajes es la palabra cine, puesto que Steve McQueen nació en 1969 y es un reputado videoartista de la reinterpretación y el relato corto y conceptual, ganador de la Camera D’or en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes del año 2009 por su ópera prima Hunger.

Hunger nos mete de lleno, de un modo brutal, a una prisión de presos políticos del IRA en la cárcel de Long Kesh a comienzos de los años ochenta, para así conocer al personaje de Bobby Sands (encarnado por el espléndido Michael Fassbender ), un republicano y miembro del IRA, condenado a catorce años de cárcel, lugar donde inicia una huelga de hambre fatal debido a un reclamo no atendido hacia su partido. Se trata de un caso real, ya icono en el campo de la lucha por los derechos humanos.
Hunger (Inglaterra, 2008) es una cinta que se debe ver con el estómago vacío, es visceral, porque transita en los lugares comunes de la vida carcelaria, pero lo hace de manera seca, de escasos diálogos, de escatología directa, con planos cercanos a la violencia, contrapicados dentro de las celdas, secuencias de sueños de libertad inconclusos a modo de escape.

La cinta se divide en tres partes; la primera nos introduce en la vida misma de la prisión, con sus celdas embarradas de heces por los mismos reos políticos como ensayo de protesta, en una suerte de huelga de “limpieza”, haciéndose imposible cualquier comunicación en ese contexto pestilente y nauseabundo. La segunda parte es un plano secuencia de veinte minutos, que concentra uno de los sucesos más interesantes que he visto en los últimos tiempos: el plano general de un diálogo frontal entre Bobby y un cura, al que le cuenta que va a entrar en huelga de hambre, motivando una reflexión de alto calibre bajo el influjo del humo del cigarro. La tercera parte es la resolución de la naturaleza de la protesta, el extremo de la huelga de hambre.

Un director que sorprende con esta su primera película. Una película imprescindible e implacable.

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