Es inevitable ser cinéfilo y tratar de que tu hijo o hija también lo sea. Es decir, ese espíritu se puede convertir en un contagio si es que cuando vas de compras terminas en Polvos azules o en el "dealer" de DVD piratas más próximo a tu casa (que te debe odiar porque puedes estar en su puesto horas sin comprarle nada hasta encontrar las películas ideales para los cinco soles que llevas en el bolsillo) o si el control remoto se vuelve en el instrumento más preciado para mostrar tu poderío sobre cuál película es la mejor luego de la cena.
A diferencia de cuando yo era niña (cuando tenía como divertimento semanal ir al cine de barrio más cercano), mi hijo ya tiene su colección de DVD, donde puedes encontrar desde los clásicos de Disney hasta las películas de El Santo o La momia azteca.
Hoy, que es su cumpleaños, se me ocurrió hacer este post con sus películas favoritas. Y pensé, también, en encontrar alguna teoría sobre la mirada de los niños al ver cine, pues si Laura Mulvey se posicionó con sus investigaciones sobre la mirada masculina como subjetividad fálica, algún ensayo serio sobre cómo los niños eligen sus universos cinematográficos debe de haber; captaría mi interés de inmediato.
Tiburón
Sólo le dije que aún yo no había nacido cuando la estrenaron y que me parecía una película espectacular de Steven Spielberg, un cineasta que fue importante en mi infancia. Le dije que se trataba del mismo director de Encuentros cercanos del tercer tipo, lo que le significó una garantía. Ahora puedo decir que Tiburón es un hito en su vida. Y eso que mi hijo aún no sabe nadar. Quizás haya sido la identificación con los personajes de su edad que escapan del miedo bajo el agua, o, lo que es inevitable, con una de las víctimas del pez asesino. Como era de esperarse, el capitán Quint (Robert Shaw) fue su ídolo.
CJ 7
Esta cinta de Stephen Chow, por tratarse de la historia de un extraterrestre, se ubica en las que suele ver una y otra vez. Un albañil vive con su pequeño hijo, a quien tampoco le va bien en el colegio caro que asiste y que es pagado con abominable esfuerzo. El niño es objeto de bromas y maltratos por ser de una condición social diferente. Un día, el padre (interpretado por el mismo Chow, el director de Shaolin soccer) encuentra en la basura un juguete que resulta un ET tipo Gremlins. La película goza del humor groso que acostumbra Chow, pero también derrama harto melodrama, que suele ser uno de los condimentos favoritos de los niños (sino me basta recordar la muerte del caballo de Atreyu en La historia sinfín).
ET, el extraterrestre
Nuevamente Spielberg, lo que confirma el papel imprescindible de este cineasta para las generaciones que tuvieron su infancia entre mediados de los setenta y los ochenta. El dilema fue: por qué debe regresar a su planeta, mamá. Lo único que se me ocurrió decirle a mi hijo de seis años fue: ¿acaso, no regresarías conmigo? Resultado, la primera obra maestra de su vida.
Resident evil (todas)
La culpa es del videojuego, pero analizando, las películas son más ligeras y poco violentas en comparación al juego virtual. Zombis, ciudades devastadas y un virus invencible son los motivos que gobiernan este imaginario de mujeres extremadamente fuertes y fashion. Dudo que a mi hijo le guste aún Milla Jovovich, pero le fascina todo ese entorno de peleas y coreografìas a lo Matrix. Dice que la segunda película es la mejor, pero pongo el trailer de la última, donde sólo falta Neo.
ET y Michael. Nada más. Feliz cumple.
Feliz cumpleaños Camilo! Feliz aniversario Mónica... un año más de ser mamá.
ResponderEliminarMònica, te ha faltado poner Zombieland, esa nomás.
ResponderEliminarVaya, y yo pensé que Mónica no pasaba los 20 años y sale con que tiene un hijo :O
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