Esta cinta ultra gore francesa se estrenó en Lima el año pasado y pasó desapercibida. Yo no vivía en Lima y no la pude ver en pantalla grande, pero apenas vine me conseguí el DVD. Más bien me sorprende que una película así, tan atípicamente transgresora, no haya sido mencionada en algún lado. À l'intérieur es un filme maldito.
Para empezar, debo confesar que no soy devota de la maternidad como acto bucólico, sublime o tierno, al contrario, lo considero como un acto elegíaco, de cambios perturbadores en el cuerpo, de panza enorme y de preparación para parir, fragmentos de mi historia particular del dolor y de la naturaleza de lo inevitable. Estoy convencida que edulcorar los embarazos y premiarlos con un babyshower son parte de una cultura de la repetición a la cuál nos tenemos que acomodar por el bien de la "reproducción de la especie". Tenía muchas ganas de ser mamá pero no tenía idea de lo engorroso del trámite. Cuánto hubiera dado de mi vida por ver a mi hijo aquí de repente, teletransportado, así me ahorraba pastillas asquerosas de hierro, reflujos y náuseas implacables (y el post parto). Lo mismo puedo decir del inicio de la lactancia, mi acontecimiento más heróico.
Pero qué tiene que ver mi confesión con Instinto siniestro (Á l'intérieur, 2007): se trata de la película más visceral sobre la defensa y derecho de la maternidad, claro que en un plano simbólico y literal a la vez. Una chica embarazada pierde a su esposo en un accidente de tránsito. Meses después, nos volvemos a encontrar con ella, Sarah (Allyson Paradis), algo deprimida y solitaria, un día antes de dar a luz. Ella prefiere pasar su último día de tranquilidad en casa, durmiendo o revelando fotos en su cuarto oscuro (y extrañando al esposo ausente). De pronto, tocan el timbre de la puerta, y una mujer de voz extraña (una perturbadora y genial Béatrice Dalle) le pide ayuda. Luego le revela que ha venido por ella, para vengar el día del accidente y para llevarse al no nacido sin más explicaciones. El acoso se hace hosco y desquiciado a lo largo de toda esa noche.
Esta película dirigida por Alex Bustillo y Julien Maury pareciera una proclama irreverente por ese instinto materno exacerbado, a partir del hartazgo de una futura madre primeriza que no tiene muchas ganas de ser madre y de parir ( la panza como fastidio y todo lo que eso involucra), y de otra mujer, que no pudo tener un hijo pero que quiere ser madre a cómo dé lugar, así eso involucre masacrar a medio mundo. Es notorio el poco entusiasmo que le revela la maternidad a Sarah en la escena que vemos el cuarto del bebé como un desván de cosas viejas.
La mayoría de escenas se desarrollan en una casa de suburbio, donde Sarah vive sola, por lo que este espacio se convierte en trampa mortal, en el único bastión que alberga a verdugo y víctima. La tranquilidad va escapándose por las ventanas y puertas con la aparición de una espeluznante Béatrice Dalle, en vestido negro y largo de principios de siglo, casi arrancada del pasado, con la mirada perdida y dispuesta desde el primer instante a matar a la muchacha y arrancarle al bebé del vientre (así como se lee). Dalle no escatimará en usar tijeras, agujas, cuchillos para clavarlos en la panza de la mujer desprotegida y convertirse así en madre a la fuerza. La mujer del pasado quiere ser mamá y la mujer del futuro lo detesta. Pero, ¿qué es lo que hace cambiar a Sarah de idea y defender a toda costa a su bebé?
La pareja de cineastas no tiene pelos en los ojos y se arriesga en colocar motivos del gore, el thriller, el slasher y el terror más radical en un universo de mujeres tan cargado como el de la maternidad. Béatrice Dalle es más brutal que Rebecca de Mornay en La mano que mece la cuna, de Curtis Hanson, película con la que comparte puntos de común argumentales, y más calculadora que la Jennifer Jason Leigh de Mujer soltera busca de Barbet Schroeder, ambas cintas ejemplos del thriller y acoso entre mujeres surgidos en los noventa.
Instinto siniestro requiere estómagos recios, una experiencia singular sobre la obsesión y la frustración salvaje, una película sin límites sobre los miedos femeninos hecha por hombres.
Esta película dirigida por Alex Bustillo y Julien Maury pareciera una proclama irreverente por ese instinto materno exacerbado, a partir del hartazgo de una futura madre primeriza que no tiene muchas ganas de ser madre y de parir ( la panza como fastidio y todo lo que eso involucra), y de otra mujer, que no pudo tener un hijo pero que quiere ser madre a cómo dé lugar, así eso involucre masacrar a medio mundo. Es notorio el poco entusiasmo que le revela la maternidad a Sarah en la escena que vemos el cuarto del bebé como un desván de cosas viejas.
La mayoría de escenas se desarrollan en una casa de suburbio, donde Sarah vive sola, por lo que este espacio se convierte en trampa mortal, en el único bastión que alberga a verdugo y víctima. La tranquilidad va escapándose por las ventanas y puertas con la aparición de una espeluznante Béatrice Dalle, en vestido negro y largo de principios de siglo, casi arrancada del pasado, con la mirada perdida y dispuesta desde el primer instante a matar a la muchacha y arrancarle al bebé del vientre (así como se lee). Dalle no escatimará en usar tijeras, agujas, cuchillos para clavarlos en la panza de la mujer desprotegida y convertirse así en madre a la fuerza. La mujer del pasado quiere ser mamá y la mujer del futuro lo detesta. Pero, ¿qué es lo que hace cambiar a Sarah de idea y defender a toda costa a su bebé?
La pareja de cineastas no tiene pelos en los ojos y se arriesga en colocar motivos del gore, el thriller, el slasher y el terror más radical en un universo de mujeres tan cargado como el de la maternidad. Béatrice Dalle es más brutal que Rebecca de Mornay en La mano que mece la cuna, de Curtis Hanson, película con la que comparte puntos de común argumentales, y más calculadora que la Jennifer Jason Leigh de Mujer soltera busca de Barbet Schroeder, ambas cintas ejemplos del thriller y acoso entre mujeres surgidos en los noventa.
Instinto siniestro requiere estómagos recios, una experiencia singular sobre la obsesión y la frustración salvaje, una película sin límites sobre los miedos femeninos hecha por hombres.
¿Dónde puedo conseguir esta pela? Suena muy buena...
ResponderEliminarHola, yo la compré en el mercado de la esquina de mi casa. Como se estrenó comercialmente sí está accesible, le pusieron Instinto siniestro. Fue estrenada en setiembre del año pasado. Suerte.
ResponderEliminarRecuerdo esta peli. La pude ver en el cine. Una cosa muy rara para el cine francés. Lo primero que me gusto fue encontrar a la encantadora protragonista de Betty Blue, en un papel nada bonito. Es una película bastante chocante. Qué cosa mas terrible puede imaginar el gore que una mujer que quiere hacer una cesaria con tijeras para robarse un bebe nonato. Ese gore sobre la maternidad es muy mas chocante que cualquier pelicula de zombis. Cuando la película ya al final redondea la idea para que entiendas por qué la locura de esta mujer, ya no importa tanto despues de toda la sangre que te ha salpicado. andres mego
ResponderEliminarHola Andrés, tengo una pregunta, ¿la gente se fue del cine? Me parece que si Cipriani se enteraba la hubiera vedado como a La tentación de Cristo.
ResponderEliminarHola que tal, yo había leído de esta película en el foro de Cinescape, y no pude verla cuando se estrenó aquí (dicen q llegó una copia doblada al inglés). La vi online en un site, casi hasta el final, donde se cortó por limitaciones del mismo site (se excedía de los máximos minutos permitidos y había q hacer todo un queco para verla completa ... queco q no funcionó, y ya no investigué más).
ResponderEliminar¿La copia q compraste sí es en francés?
Los que deseen descargar este film, lo pueden hacer aquí:
ResponderEliminarhttp://www.surrealmoviez.info/readarticle.php?article_id=3063