5.9.12

Cielo Oscuro de Joel Calero

La escenografía de los celos está plagada de elementos que trazan un camino hacia la explosión: seguimientos a escondidas, frases hirientes, simulaciones, juegos perversos, el despertar de la violencia. Sin embargo en Cielo Oscuro todos estos motivos están bajo el influjo de la contención, lo que resulta una mirada distanciada sobre uno de los sentimientos más iracundos, lo cual se vuelve una interpretación distinta en un relato de amor. Un empresario de telas del emporio comercial más grande y popular de Lima se enamora de una joven actriz de teatro. Dos polos se unen, parecen tropezar, se levantan, se entrecruzan pero solo uno hiere, enreda, toma la voluntad y racionalidad de los celos. Es así que Joel Calero va a trabajar su guión en torno a ligeras polaridades y dentro de la puesta en escena de este encuentro que se desarrolla en planos fijos de intimidad: cotidianeidad, trajín laboral, ensayos o cenas amicales, acompañando la óptica de su protagonista.

A Calero le interesa el registro del contexto, desde una Lima emergente que choca con la ciudad del teatro y la pose, sin llegar a sublimar ninguno de los dos espacios, bajo el cielo oscuro que hace referencia el título. No es esa ciudad "romantizada" ni costumbrista, sino la del "día a día" de una clase media empobrecida, de madres en las cocinas, de estudiantes de teatro fuera del estereotipo "culturoso" que ha poblado varias películas peruanas (recordar Muerto de amor), de la discoteca y la fiesta a ritmo de "Sabor y Control" en entorno familiar.

Y en este registro del contexto también se ubica la forma en que se expresan estos personajes, en esa verbalización de lo local, en la necesidad de traducir lo que ya se ha insinuado y donde se enfatiza ese desde "donde". Pese a que el ritmo del filme parte de estos diálogos, en algunos casos muy frescos y divertidos, pareciera que Calero se aferrara a esa contención en lo verbal. Por ello es que las escenas de erotización, de construcción de la relación de pertenencia entre cuerpos (lo más logrado del filme), van librando a Cielo Oscuro de la medida, y lo empujan a una posibilidad que Calero tiene clara: celos no es igual a rojo, a fuerza, a furia, sino al gris, a lo apagado, a lo nebuloso.

El padre negado (Roberto Moll) que aparece para fortalecer los vínculos de la muchacha  (Sofía Humala) con el negociante que ya pasa los cuarenta (Lucho Cáceres), va a convertirse en un detonante de las cercanías de la nueva pareja, en un sube y baja de padre que se ausenta y enamorado que se acerca. Siendo un enlace argumental que no llega a cuajar del todo, convirtiéndose solamente en un artilugio del guión que no queda redondo, pero que juega ese rol de disonancia.

Lo más interesante de Cielo Oscuro (Perú, 2012) también reside en la figura de Lucho Cáceres, en esa mezcla de limeño criollo vedado a la vida interior, donde el estallido de los celos queda reservado a su libertad laboral, a ese espacio íntimo que lo ha fijado como "exitoso" en su relación con el mundo. Calero lo dota del signo de la desconfianza, para que todo lo que ame sea motivo del desborde verbal, de la interpretación antojadiza en su libre albedrío, de la aparición de un nuevo fantasma llamado "Tato", de la revelación de la culpa y de la materialidad de los celos. La cámara lo sigue, lo ve pocas veces reflexionar, lo ve atacar, inferir, sin encontrar esa equivalencia en el personaje de Humala, que queda como ese objeto del deseo, el motivo para celar.

Cielo Oscuro es un buen debut; se siente una intención por lograr un filme con un guión trabajado con matices, de tiempos marcados, de contrapartes, de actuaciones certeras, de fugas y de epílogo sugerente, aunque queda en el aire la sensación de mayor audacia, como si los celos hubieran tomado otro sentido, una nueva fisonomía y significado.

2 comentarios:

  1. una decepcion quien me devuelve la plata.

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  2. Esperaba más de esta peli…Pero por lo menos veo que hay espacio en este lugar para la apreciaciòn diferente..,pareciera que en otros sitios web no se acepta eso.Lo cierto es que Cielo Oscuro la encontre rescatable por escenas. No me cuadro esa paranoia de los celos con algo que tenga que ver con un juicio como: te acostabas con ese tipo sabiendo que tenía otra mujer, algo así dijo Caceres..No sé qué tanta conexión haya con los celos. Pero en todo caso hay una paranoia de un no sé que, ¿qué es lo que gatilla la inflexión dramática? Sería la pregunta. Da la sensación que la película se queda a la mitad, en general las sensaciones de la peli se sienten forzadas por la narrativa se supone, por la crítica, por el montaje, que complejo es esto ,…. muy diferente a un trabajo último, superior, como Las Malas Intenciones, sin inflexiones dramáticas ilustradas, pero con un trabajo de atmosferas exquisito, aunque menos digeribles para el gran pùblico, qué lograban un formato de arranque, clímax, resolución, final, en fin….Sin sentirse a la mitad. Eso si Cielo Oscuro por lo menos goza de buenas actuaciones.

    un cinefilo

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