12.1.12

Películas que soporté por amor de madre

Me moría por poner Pollitos en fuga de Nick Park
y Peter Lord, animadores de la productora de Wallace y Gromi, pero caí en cuenta que mi hijo aún no había nacido, y que si la vi fue llevando a mi hermana, que en aquella época tenía siete años. De verdad no suelo tener mucha paciencia ante cintas como Shreck, La era del Hielo o Madagascar, que en muchos casos me parecen intragables con sus musicales, su humor de chistecitos, sus argumentos trillados, sus parafreseos a los personajes de moda, sin embargo tienen por allí momentos que me sacan de la "cabeceada" o me complacen con alguna morisqueta que hacen valer la pena y la entrada pagada (como el caso del Pinocho de Shreck, que baila como Michael Jackson en la escena del epílogo).

Mi hijo sabe que hago mucho esfuerzo en llevarlo a ver estas películas al cine, y que en muchos casos debo ceder,  simplemente ser complaciente al aceptar sus opciones (¿Tin Tín o Los Muppets?: pero ay, si era obvio que iba a elegir a la Rana René). O que en algunos casos recurro a la opción más fácil: "Creo que esa la puedes ir a ver con tu papá". De todos modos, creo que ha sido un ejercicio divertido recordar juntos aquellas cintas en que nos aburrimos mutuamente de la mano de un pingüino bailarín, de unas vacas vaqueras o unos superhéroes de poderes aburridos. Aquí va nuestra lista tentativa:

Happy Feet: demasiada sensación de frío y malestar por ver a un grupo de pingüinos bailando al compás de música disco, a pesar que lo hacen a ritmo de tap. George Miller hizo lo posible por hacer un filme modoso, amable, romántico, poco valorado por un par de espectadores que buscaban algo más que canciones de Prince, Queen o The beach boys en un alegato ecológico donde solo faltaba Al Gore.


Los Muppets: a mi hijo le encantó a pesar que Jason Segel canta y baila, o que Amy Adams no sepa ni qué hacer con su personaje de adorno. Quizás el error de Los Muppets, filme de James Bobin, haya sido meter a gente de carne y hueso en un entorno donde originalmente solo "los humanos" aparecían para ser entrevistados o para fungir de maestros de ceremonias. Una historia de telefilme.

Los Pitufos: Raja Gosnell es el responsable de las películas más odiosas que haya podido ver: Un chihuahua en Beverly Hills, Scooby Doo o Esta abuela es un peligro, pero también de hacer la adaptación infame a la pantalla grande del dibujo animado que más veía en la primera infancia. Ver a Doogie Howser siendo amigo de Papá Pitufo fue la gota que derramó el vaso. Totalmente descartable.

Los cuatro fantásticos: dirigida por un tal Tim Story (quien realizó capítulos de CSI: Miami), es pues otro plomazo de aquellos, donde se presenta a la factoría Marvel más alicaída y sin mucha acción que aportar. Quizás el inicio de adaptaciones de cómics sin mucha gracia y hecha solo para atraer a los incautos.

Y de hecho que hay más películas que agregar a esta lista, como Hulk de Ang Lee, la peruana Piratas del Callao, o Tierra de osos de Disney. Sin embargo, recordando, dudo que mi madre se haya quejado mucho al llevarme ver las películas de Parchís o Menudo, y esa es la diferencia.


1 comentario:

  1. No coincido con "Los Muppets" me pareció una buena película. Posiblemente la película de los Muppets más cercana a "The Muppets Show", no creo que sea el 10 del que habla Porta Fouz, pero...

    Yo, al no ser padre, vi algunas con mis hermanos... las más sacrificadas "Mama soy un pez" y "La era del hielo".

    Y cuando ya creció un poco más "Matrix revolutions", que horror...

    Fausto.

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