7.1.12

Conocerás al hombre de tus sueños de Woody Allen

Es lamentable ver cómo las fórmulas woodyallenianas han ido degenerando hacia el facilismo y a una suerte de megalomanía que considera que cualquier cosa podrá llamar la atención solo porque antaño se hizo películas como Crímenes y pecados o Manhattan. Woody Allen no solo ha perdido la brújula (que pone en duda incluso que a estas alturas haya dirigido una cinta tan especial como Medianoche en París), sino que se deshace en realizar filmes donde siempre hay escritores frustrados, mujeres histéricas y ancianos millonarios sin mucho qué pensar. En Conocerás al hombre de tus sueños (EEUU, España, 2010), Allen aborda la "tragicomedia" de una familia londinense, en pleno proceso de transformación: ancianos que se divorcian, matrimonios asimétricos, enamoramientos confusos y mentiras que van a aflorando sin mucha intromisión. El resultado, poca creatividad.

¿Por qué demandar creatividad a alguien que siempre pone el mismo ritmo jazz, los mismos créditos, la misma forma de narrar casi coral, el toque surreal o grotesco (adivinos o charlatanes), y su necesidad de mostrar a algún alter ego?  Allen sigue estresado en su propio universo, donde quizás sea esa necesidad de ubicar su interpretación de las "relaciones humanas" en espacios fuera de su querida Nueva York, lo que prodiga el aire de repetición y hastiamiento. Ni Naomi Watts ni el estupendo Josh Broslin, puede salvar esta historia en declive, con historias abiertas, sin mayor voluntad para profundizar en esas pequeñas luchas interiores.

El final, de la madre (Gemma Jones), "conociendo al hombre de sus sueños" (en el título de la película al español, ya que el original es You will meet a tall dark stranger), como confirmación de que en un entorno de cuerdos, el loco es el más certero y loable, es contundente para mostrar a un cineasta cansado, que ya no tiene mucho qué ofrecer.

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