26.5.11

Un personaje cinéfilo en Tesis de Alejandro Amenábar


















Una colección de porno: hardcore, gonzo, lolicon,barely legal, es su más grande orgullo, y es lo primero que Chema muestra a Angela, quien lo visita en su casa de aspecto lóbrego y viejo, la protagonista a la caza de los autores de unos videos snuff que acaba de encontrar como parte de una investigación. Chema es un sospechoso más, quien sabe si alterado por todo el gore, el slasher, el survival, el giallo, que ha devorado como cinéfilo, pueda ser el ejecutor de decenas de víctimas frente a una cámara de video. Para el espectador común y corriente, Chema puede resultar alguien con el gusto y la mente trastornada.

El diseño que hace Aménabar del personaje posee lugares comunes sobre la imagen que tenemos del fanático del cine trash y de serie Z: amante de la música trash o death metal, usa polos negros o tiene un estilo “grunge”, usa el cabello largo y se muestra ácido y malhumorado. Aunque bajo esa predilección por lo oscuro, lo lleve a aparentar una imagen de “nerd”. Una idea de alguien “freaky” que pudiera en el fondo estar al margen de lo sano y cuerdo.

Chema, un estupendo Fele Martínez, aparece como un personaje ávido de vivir lo que sucede en las películas que admira y se muestra totalmente apasionado a su afición. Chema es el tipo de cinéfilo aislado, de videos y películas vistas en una habitación a puerta cerrada. El cine que ama está al margen del “sistema”, inclusive siento fascinación por lo artesanal y “mal hecho”, por eso su familiaridad con el tema oscuro del snuff. Es un tipo de espectador masificado por el VHS o el DVD, lejos del cinéfilo de la butaca de la cinemateca y de la conversa. Es el cinéfilo ensimismado y actual.

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