25.4.11

BAFICI 13: The terrorists de Thunska Pansittivorakul













Esta película tailandesa, que oscila claramente entre la puesta en escena documental, el ensayo y el homocore, comienza con una aparente intervención en la rutina laboral en una curtiembre semiclandestina, en medio de la selva, donde contratan a jóvenes migrantes indocumentados. Hasta allí nada "anómalo", pues se asemeja a lo que el cine asiático de autor nos tiene acostumbrados: cámara en mano que mira como testigo paciente, personajes que se sienten auscultados por la cámara, cierto naturalismo en el modo de mostrar esa realidad mundana del trabajo y un trasfondo socioeconómico. Una Tailandia rural se asoma. Sin embargo, Thunska va a dar un giro a su cinta en la siguiente escena, desde que aparece un efebo bañándose en un río con cascadas, para desvestirse, bañarse y volverse a vestir mientras una voz en off va narrando pasajes de un culpa familiar. Hasta aquí no tengo idea de The terrorists (Tailandia, 2010) del título, hasta que las siguientes secuencias nos trasladan a las violentas manifestaciones de Bangkok, que movilizaron a la sociedad civil el año pasado, entre abril y mayo, y donde murieron cientos de personas.

Pareciera que Thunska dijera que para hacer un filme con un nombre de ascendencia política no tiene que recurrir necesariamente a bombas molotov, arengas o disparos certeros a la multitud. Thunska propone una manera terrorista de hacer cine, elaborando una serie de 17 fragmentos inconexos entre sí, que incluyen masturbaciones, jóvenes excitados en duchas, madres de familia justificando el apoyo a una causa en contra del gobierno y marchas en la puerta de la ONU.

El alemán Jürgen Brüning, productor de las infalibles películas de Bruce LaBruce, también se hace cargo de esta cinta de Pansittivorakul, quien debido a su anterior filme Reincarnate, sufre la censura de su país, con lo que logra cierta notoriedad en el extranjero. The terrorists es una cinta de doble filo, puede ser atractiva por mostrar un panorama distinto, más experimental, del cine tailandés, pero por otro lado puede sonar vacío en su afrenta política, ya que como manifiesto gay o de denuncia queda en la elucubración o devaneo estético. Del onanismo a la masacre sólo hay unas cuántas secuencias, eyaculaciones y cadáveres, todo en un cóctel algo extraño y que Thunska sabe cómo hacer estallar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario