7.3.11

Sanctum de Alister Grierson















Nuevamente un filme de supervivencia en la cartelera, como si en estos tiempos la analogía con las situaciones extremas sirvieran de catalizador al espectador atosigado de estrés. Sino cómo justificar que en una semana estén en las mismas salas cintas de tensión como Sanctum del australiano Alister Grierson, 127 horas de Danny Boyle o Muerte en la montaña de Adam Green, todas sobre personas atrapadas en escenarios naturales hostiles por la casualidad o el cambio climático.

Sanctum da cuenta de una expedición de submarinistas en unas cuevas profundas de Papua Nueva Guinea, quienes quedan atrapados en las profundidades tras la llegada de una tormenta tropical y tras el colapso de la salidas de escape. El tema por sí es convencional, es decir, ya se sabe que cada uno de los que forman este equipo de valientes verá a prueba su fortaleza y, poco a poco,  irán desapareciendo de acuerdo a sus "errores". No existe alguna atrevida revelación al señalar la desaparición de cada uno de los miembros de este equipo de aventureros, pues parte de la lógica de este subgénero trata de que sobrevive el más fuerte, el menos emotivo y el más cuerdo.

El actor australiano Richard Roxburgh encarna a un veterano submarinista, quien es juzgado de modo duro, debido a un carácter recio e inquebrantable, por su hijo adolescente y experto escalador Rhys Wakefield, quien a la vez se verá imbuido en un aprendizaje forzoso del amor paternal. La relación ambivalente entre ambos será el eje argumental de la cinta, así como el tira y afloja, con otros personajes, en momentos de descompresión y ataques de pánico.

Sanctum, producida por James Cameron, y filmada con cámaras para lucimiento del 3D (notable la cinematografía submarina y el efecto de dimensionalidad y claustrofobia que se crea en la pantalla) recoge algo del espíritu de texturas que tiene una cinta como Avatar. Buzos en tensa faena, cavernas iluminadas por apenas fosforescencias, salidas a las superficie que contienen la metáfora de la liberación. Rayos de luz que se asoman a lo lejos, estalactitas que configuran catedrales, ausencia de vida acuática. Sanctum es fascinante visualmente, a pesar que se trata de una cinta más de cómo salir de una caverna en tres días.

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