9.3.11

Flores rotas de Jim Jarmusch













Jim Jarmusch suele hacer largos que recordamos de modo especial por su banda sonora (blues o jazz, aunque también algo de hip hop). La música como poderoso elemento catalizador es el que más ayuda a evocar a los personas como en Extraños en el paraíso y sus largos travellings acompasados por las estridencias salvajes de Screamin' Jay Hawkins en I put a spell on you, leit motiv que contrasta con el vago letargo de los personajes y el minimalismo en la composición de las imágenes. Hawkins aparecería luego en un loco y breve papel en Mystery train del mismo director.

Algo similar pasa con Tom Waits, no sólo como compositor de las bandas sonoras de otros proyectos del director (Bajo el peso de la ley, Night on Earth), sino también como actor. Jockey full of Bourbon se disfruta en Bajo el peso de la ley, donde comparte parcos roles con Roberto Begnini y John Lurie.

Flores rotas no escapa al cuidado que el director independiente pone cuando escoge la música que acompañará sus escenas. Cuenta la leyenda que Jarmusch hizo este filme pensando en lo que le despertaba el ritmo de una canciones de un músico africano, editadas hace más de treinta años. Se trata del jazzista etíope Mulatu Astatke, impulsor del "ethnio jazz", una mezcla de sonidos africanos, tanto de influencia negra como árabe, y de un jazz refinado y nuevaolero.

El tema Yerkeme Sew dictamina la cadencia del viaje en auto de Bill Murray, por las carreteras monótonas de EEUU, de acuerdo a la misma sensibilidad del protagonista, quien revela aburrirse si es que no está en movimiento y al compás de este ritmo. Además de esta canción se escuchan temas de The tenors, Marvin Gaye y The Greenhorns, pero en Flores rotas, las intervenciones de Astatke dan a la película el toque nostálgico necesario, la melodía de la vuelta al pasado que realiza Murray en lo profundo de su corazón.


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